Una cosa es invertir en algún negocio que nos pueda ser atractivo, y otra cosa es invertir las cosas.
El trading en principio nos suele ser un negocio atractivo. A unos más a otros menos, pero a nadie le pasa desapercibido, si acaso puede fingir pero más por miedo que por
otra cosa. Mientras tanto, otros se atreven a dar un paso, tal vez dos para ver un poco más de cerca de que se trata.
Y el problema comienza aquí, justamente en este punto.
Pero en el otro también…
Es en ambos puntos en donde se comienzan a invertir y a pervertir los conceptos.
Unos por miedo, otros por temerarios, unos por envidia otros por codicia… pero pocos, muy pocos se toman dos minutos y medio para pensar y razonar las cosas e irse por la libre.
Por su propio camino…
En la vida muchas cosas funcionan a la inversa, y si profundizamos más en el tema, podríamos decir que todas…
«Ama hasta que duela» decía santa Teresa de Calcuta…
En contra parte:
Quien busca caer bien, termina cayendo fatal.
Quien busca llegar muy rápido, muchas veces termina no llegando siquiera.
Y por no alargarme, esto es justamente lo que pasa en el trading.
Quien busca ganar dinero muy rápido, termina perdiéndolo todo.
Y más rápido aún…
Quien busca ganar dinero de forma lenta y pausada, termina ganándolo muy rápido.
¿A qué se debe esto?
A una fuerza oculta, pero oculta por que nuestra estupidez no nos permite verla, no por otra cosa…
Es una regla que existe en la naturaleza y que está muy directamente ligada con otra fuerza.
Esopo ya habló sobre esto hace unos cuantos años.


Deja un comentario